IMPRESSIVE PLAYA GRANADA GOLF, Motril

El hotel tiene instalaciones fantásticas, y nuestra habitación tenía una vista impresionante del campo de golf y la Sierra Nevada. La comida en el restaurante era buena, aunque podría haber más opciones, especialmente platos locales. La piscina estaba bien mantenida, pero el clima no nos ayudó mucho. Sin embargo, el ambiente fue agradable y disfrutamos nuestra estancia, aunque el servicio para algunas actividades no fue del todo claro.

El hotel ofrece una experiencia variada y agradable, con una excelente ubicación junto a una playa hermosa. Las habitaciones son amplias y limpias, aunque algunas podrían beneficiarse de una actualización. La variedad en la comida es impresionante, pero el servicio en ocasiones puede no ser el más cálido. En general, fue una estadía relajante.

El hotel tiene un ambiente agradable y una variedad interesante de actividades. Las habitaciones son cómodas, aunque algo ruidosas, y el servicio es correcto. Sin embargo, la calidad de la comida en el restaurante podría mejorar, ya que encontramos que algunos platos estaban sobrecocidos y los precios del snack bar son excesivos. En general, fue una experiencia mixta.

Acabamos de regresar de una fantástica estancia de 6 noches en este hotel. Disfrutamos de un ambiente relajante y el personal siempre estuvo dispuesto a ayudarnos. La oferta gastronómica es excelente, aunque los aperitivos en el bar de la piscina podrían mejorar. La ubicación es maravillosa, justo al lado de la playa, lo cual es un gran plus. Sin embargo, el clima no fue ideal en algunos días y eso afectó nuestras actividades al aire libre.

El hotel tiene algunas cosas buenas, como instalaciones maravillosas y una piscina limpia. Sin embargo, el servicio en el restaurante fue decepcionante y el horario de las actividades no era claro. Las habitaciones eran amplias y limpias, pero la calidad del sueño no fue la mejor, ya que los colchones no eran cómodos. En general, el hotel tiene potencial, pero necesita mejorar en varios aspectos para estar a la altura de un hotel de cuatro estrellas.